Reducir la necesidad de calefacción y refrigeración aumentando la eficiencia energética de la envolvente térmica incluye aislar la parte opaca de la carcasa. Los edificios de baja calidad anteriores a 1981 pueden mejorar su eficiencia energética de forma sencilla si se incorpora aislamiento en la envolvente. Tras estudiar las condiciones iniciales de estado de fachada, suelo y cubierta, una empresa de aislamientos térmicos en Madrid puede determinar la solución más adecuada.
Además, si la fachada tiene una habitación, o si hay una cavidad debajo del techo o el piso, el aislamiento insuflado puede ser una solución efectiva. En este artículo te explicamos en qué consiste este tipo de actuaciones, de la mano de Aislamadrid.
¿Qué es el insuflado de aislamiento térmico?
El insuflado de aislamiento térmico es una técnica que consiste en la introducción de aislamiento a presión en cámaras y cavidades, aislamiento a presión de aquellos elementos de la envolvente del edificio con el fin de mejorar sus prestaciones térmicas. El material seleccionado se introduce a través de perforaciones previamente realizadas hasta completar la cámara o la cantidad de material necesaria para garantizar su eficacia.
Es una técnica para la restauración energética de edificios existentes, para el aislamiento de cubiertas, fachadas, suelos, placas de yeso laminado, canalizaciones, falsos techos, etc… Se puede realizar desde el interior o desde el exterior, no es un trabajo complicado.
¿Cuándo es adecuado recomendar el insuflado?
La tecnología de soplado de aire es una solución eficaz cuando se dispone de un hueco o cavidad y se excluyen opciones de actuación desde el exterior (edificios protegidos, rehabilitación de viviendas individuales en edificios de viviendas…). Por ejemplo, si queremos añadir aislamiento térmico a una fachada de ladrillo caravista que debe ser mantenida, y se ha comprobado previamente que la envolvente tiene cámara de aire.
En este caso, tras analizar el estado de la cámara (espesor, presencia de escombros, instalación, continuidad de la misma, etc.), se determina el material más adecuado, así como la cantidad necesaria a introducir. En muchos casos, un técnico utiliza el endoscopio para analizar el conducto, que también se puede utilizar para analizar el interior del cerramiento, subcubierta, suelo técnico, etc…
La desventaja de aplicar este tipo de aislamiento en paredes exteriores es que no elimina pisos, columnas, perfiles huecos o puentes térmicos donde la pared exterior se encuentra con el techo, como el Sistema de Aislamiento Exterior (SATE). No obstante, es una tecnología que puede complementar otras soluciones más adecuadas, con el objetivo de conseguir una solución global para la mejora del aislamiento térmico de los edificios. Por otro lado, tiene la ventaja de que no reduce la superficie útil del espacio interior, como puede ocurrir al colocar un sistema de revestimiento en su interior.
Tipos de aislante térmico se utilizan en el insuflado
Los diferentes materiales que ofrece el mercado para insuflar son:
Lanas minerales (λ* = 0,050 – 0,031 W/mK) : La lana mineral (MW) se comporta bien como aislante térmico y acústico. Reacciona a clase A1 (clase europea) ya que no es inflamable. Es resistente a la humedad y tiene una alta durabilidad (tiempo de vida de la edificación). Como desventaja, cabe señalar que su fabricación implica un alto consumo de energía.
EPS en forma de gránulos (λ* = 0,039 – 0,029 W/mK): Es un material adecuado para cavidades estrechas o finas e irregulares. Es impermeable y tiene un tratamiento de grafito que altera la radiación térmica al reflejarse. Es un material duradero y reutilizable. Reacciona a fuegos Clase E. Apto para ambientes con temperaturas extremas en invierno.
Celulosa (λ = 0,039-0,037 W/mK): La celulosa es un material compuesto por material reciclado molido (periódico) y sales que le confieren propiedades ignífugas, insecticidas y antifúngicas. Es un buen material aislante térmico y acústico, es eficaz en invierno por su baja conductividad eléctrica, pero es ideal en verano por su gran capacidad de almacenamiento de calor y su inercia cerca del mediodía que puede liberar el calor acumulado durante el día. Por otro lado, puede regular la humedad por su capacidad de almacenar humedad, y es un material ecológico porque su producción requiere muy poca energía. Su respuesta al fuego es B.
Otros materiales: perlita (necesita una máquina insufladora que ya no se fabrica), corcho para insuflar (no tiene homologación para su fabricación), espuma de silicato (genera polvo por lo que se debe aplicar desde el exterior, y es totalmente ignífugo), y finalmente variantes de aislante granulado con diferentes nomenclaturas.